Cuando una persona se encuentra en una situación dolorosa o difícil de resolver es normal que sienta confusión y sentimientos entremezclados. La ilusión por encontrar una salida y la superación de su sufrimiento se junta con el miedo a no conseguirlo, a ser juzgada, a mostrarse vulnerable, y a revivir el dolor.
Un psicólogo es un profesional que trata en su día a día con muchos tipos de conflictos y problemas, que no los juzga ni echa la culpa, y que escuchará y hará todo lo posible por comprender y abordar esos problemas para que puedan ser superados por la persona que le consulta.
¿Necesito ir al psicólogo?
Cuando una persona se encuentra ante situaciones o problemas que siente demasiado conflictivas o difíciles de resolver por sí misma, es común que recurra al apoyo profesional para tratar de superarlas.
Aunque ha habido muchos cambios en la mentalidad de la sociedad en la que vivimos, aún existe cierto estigma hacia las personas que acuden a un profesional de la psicología. Es común sentir miedo, nervios, o vergüenza, ya que nos sentimos vulnerables cuando reconocemos nuestros problemas y los miramos directamente. Sin embargo, plantearse demandar atención psicológica ya es un primer paso muy importante, y es la oportunidad de comprender, enfrentar, y superar lo que nos hace sentir esa vulnerabilidad.
¿Me hará feliz?
La respuesta corta, y la verdad, es que no.
Por sí sola no puede hacerte feliz ni cambiar tu vida. Lo que sí podemos hacer es trabajar conjuntamente para que seas protagonista de tu propio cambio, desarrollando tus capacidades para superar los pensamientos, emociones, y patrones de comportamiento que te suponen problemas.
El motor del cambio siempre serás tú. Como psicólogo realizando una intervención, trabajo contigo para encontrar las herramientas que hagan el cambio posible en la dirección que deseas.
Además de la solución de la demanda concreta de la persona consultante, la atención psicológica ayuda a :
- Conocerse mejor.
- Desarrollar habilidades para solucionar problemas futuros con más facilidad.
- Desbloquear capacidades de comunicación interpersonal que influyen en vivir de forma más plena.
- Entender cómo las vivencias del pasado influyen en nuestro presente.
¿Se trata el pasado?
Cuando alguien realiza una demanda de atención psicológica, la realiza en el presente, y es ahí donde nos centraremos.
Es cierto que suele resultar de utilidad explorar las relaciones del pasado para entender cómo éstas afectan a nuestra vida actual, es decir, el pasado que vive en el presente. Las emociones y pensamientos que se dan en las relaciones actuales de la persona y las que se produzcan en durante la misma sesión son también de gran importancia.
¿Dura mucho?
Las sesiones suelen durar unos 50 minutos.
La duración de la intervención psicológica es de tiempo limitado. Sin embargo, sin una evaluación individualizada de la persona que consulta, su demanda, y sus circunstancias, resulta imposible definirla por adelantado.